Cuando el café se cultiva bajo condiciones intensivas a pleno sol, las plantas exigen altas cantidades de nutrientes. Las necesidades de fertilizantes son menores durante la fase inmadura, normalmente los primeros dos años del cultivo. Es importante en esta fase, no exceder el uso de nitrógeno como el crecimiento en la parte aérea fácil resultará en un desequilibrio con el crecimiento radicular.
Las aplicaciones de nutrientes están más altas durante la productividad pico de frutos, normalmente de tres años en adelante. Es en esa fase que la exportación de nutrientes en los frutos es más grande. Como el café se suele cultivar en terreno inclinado y en zonas de alta pluviosidad, la pérdida de nutrientes por lavado de tierra puede ser un problema mayor.
Sobreponer un mantillo de materia orgánica del despulpado y las podas, ayuda en reciclar los nutrientes, pero cantidades óptimas de fertilizantes son todavía necesarias para satisfacer las necesidades del árbol. Una práctica común es aplicar fertilizante con bastante frecuencia, sobre todo nitrógeno y potasio, durante toda la temporada para mantener el crecimiento óptimo.
Nitrógeno y potasio son necesarios en la misma cantidad. La absorción de ambos está entre 150 y 250 kg/ha en plantas maduras.
El nitrógeno es esencial para el crecimiento vegetal y la alta producción de café. La absorción ocurre en la fase precoz durante el desarrollo foliar y la floración. El suministro de N debe de mantenerse durante la temporada, pero exceso de N a fases tardías del ciclo puede reducir el tamaño del grano de café.
El consumo de potasio llega a su pico más tarde que el nitrógeno. Potasio es sumamente importante durante el crecimiento del fruto. Mucha de la exportación de potasio desde la planta durante la cosechas, más de 50 kg/ha, está en la pulpa. En la práctica, programas de fertilización en zonas cafetaleras de cultivo intensivo y de alta pluviosidad recomiendan 250 – 450 kg/ha de nitrógeno y potasio por año. Tasas menores pueden aplicarse si el suelo tiene altos niveles de potasio, y si las hojas del cafeto tienen alto contenido de nitrógeno. Es importante balancear el uso del potasio con el calcio y el magnesio, como un exceso de uno restringirá absorción de los otros.
El fósforo se necesita en cantidades muy inferiores con solo 25 kg/ha de P2O5 para apoyar el crecimiento anual. El fósforo es particularmente importante en viveros y durante la fase de establecimiento de las plantas igual que antes de la floración para impulsar el crecimiento radicular.
El uso de fertilizantes, incluyendo aplicaciones foliares, es importante en suelos con indisponibilidad del fósforo por fijación. En esas situaciones, hasta 100 kg/ha de fósforo pueden aplicarse por año. Calcio es el tercer nutriente por importancia en términos de necesidades totales de nutrición. Una cantidad de 75 a 100 kg/ha es necesaria para un desarrollo productivo y granos de calidad.
Absorción del calcio debe seguir durante todo el ciclo hasta llegar a la madurez. Magnesio y azufre se requieren en cantidades menores en comparación con el calcio con absorciones de 30 a 60 kg/ha y 14 a 20 kg/ha respectivamente. La absorción principal de tanto magnesio como azufre es durante la maduración del fruto.
Aunque se necesitan en concentraciones muy inferiores para satisfacer el buen crecimiento, hierro, manganeso, zinc, cobre y boro son elementos claves.
Remoción de micronutrientes al cosechar Absorción de micronutrientes
Hierro se necesita en las mayores cantidades (2 kg/ha/año) y, junto con el manganeso, es importante para el desarrollo.
Mientras se necesita boro y zinc en cantidades de 200 a 500 g/ha/año, tienen funciones importantes en mejorar la calidad del fruto y suministro adecuado es crítico durante la floración y el cuajado de los frutos. Tazas recomendadas de aplicación varían de acuerdo con el tipo de suelo. Hasta 3 kg/ha/año y 6 kg/ha/año de zinc podrán ser necesarios.
Las plantas exportan micronutrientes en el fruto en pequeñas cantidades, alrededor de 30 a 110 g/ha/año, pero esa cantidad tiene que ser reemplazada y la pérdida aumenta considerablemente al remover material vegetativo de las podas del cafetal.
Proporcionalmente, se encuentra más hierro en la semilla que en la pulpa e igual donde se regresa la pulpa al suelo como mantillo, cantidades relativamente grandes de hierro son necesarios para un desarrollo óptimo. La absorción de micronutrientes es más grande durante la maduración del fruto, sobre todo manganeso.