Transmitido por un insecto llamado el psílido asiático de los cítricos. La enfermedad, que se detectó por primera vez en Asia a finales de siglo XIX, y ha causado estragos en Asia, Africa, la Península Arábiga y Brasil. En el sur del estado de California, EEUU se detectó por primera vez en 2012. La enfermedad destruye la producción y lleva a frutos deformados, amargos y no comestibles.
Mientras se está conduciendo ensayos, hay crecientes evidencias de que una nutrición balanceada puede promover una mitigación de los efectos de HLB. Por ejemplo, hay evidencias de que árboles de cítricos prefieren el nitrógeno en forma de nitrato, y que podrá mostrar toxicidad a formas amoniacales de N.
Tales aumentos en las concentraciones de amonio en el suelo puede también reducir extracciones de potasio, calcio y magnesio, en la manera que los árboles pueden dar pruebas positivas y exhibir síntomas de HLB.
En contraste, los árboles con niveles adecuados de potasio, calcio y magnesio no exhiben síntomas de HLB, incluso con pruebas positivas de la enfermedad.
Los ingenieros agrónomos de Yara o los distribuidores de fertilizantes serán capaces de dar más información sobre estos efectos, de acuerdo con los resultados que se siguen generando en actuales ensayos.